13/5/08

Pascal: referencia biográfica

Para Timashef, Pascal es un precursor de la Sociología, aunque sus principales aportes son el mateática y física. Sociológicamente Pascal puede ubicarse como un precursor de la Sociología de la Religión, nos parece. Reflexionó con mucha profundidad sobre el tema del pensamiento humano, cambio generacional, el dualismo (riqueza y miseria del espíritu humano) y la concepción de la eternidad de Dios. Dejó estudios de matemática y física para dedicarse a estudios sociológico religiosos.

En matemática probablemente sus aportes puedan jerarquizarse así:

1. Precursor del cálculo de probabilidades.

2. Precursor de la computación. Como teórico y como técnico, pues construyó la primera calculadora de la historia para ayudar a su padre en la recolección de impuestos.

3. Mecánica de fluidos, hidráulica, categorías de presión y vacío son campos de aportes singulares de Pascal.


Blaise Pascal (Clermont-Ferrand, Auvernia, Francia, 19 de junio de 1623 - París, 19 de agosto de 1662), matemático, físico y filósofo religioso francés.

Sus contribuciones a las ciencias naturales y aplicadas incluyen la invención y construcción de calculadoras mecánicas, estudios precursores de la teoría matemática de probabilidad, investigaciones sobre los fluidos y la aclaración de conceptos tales como la presión y el vacío.

Después de una experiencia religiosa profunda en 1654, Pascal abandonó las matemáticas y la física para dedicarse a la filosofía y a la teología, publicando en este periodo sus dos obras más conocidas: Las Lettres provinciales (Cartas provinciales) y Pensées (Pensamientos).

Vida

Nacido en Clermont-Ferrand, el 19 de junio de 1623, en la región francesa de Auvernia, Blaise Pascal perdió a su madre,a la edad de tres años. Su padre, Étienne Pascal (1588 - 1651), era juez presidente de la corte de impuestos de Montferrand y miembro de la petite noblesse y estaba también interesado por las matemáticas. Blaise Pascal tenía dos hermanas, la menor de los tres, Jacqueline, y Gilberta, la mayor.

Esta última, Gilberte Périer, escribió una biografía sobre su hermano, de gran valor histórico a pesar de su carácter hagiográfico.

En 1631, poco después de la muerte de su mujer, Étienne Pascal se trasladó a París junto con sus tres hijos. Allí decide que es capaz de educarlos él solo. Los tres demuestran pronto muy buenas aptitudes intelectuales, en especial su hijo Blaise, que con tan sólo once años escribió un pequeño tratado sobre los sonidos de cuerpos en vibración.

Su padre respondió ante esto prohibiéndole continuar dedicándose a las matemáticas por miedo a que perjudicaran sus estudios de Latín y Griego.

No obstante, a pesar de sus prohibiciones, un día lo encontró escribiendo con un trozo de carbón en la pared, una demostración independiente de que los ángulos de un triángulo suman dos ángulos rectos.

A partir de ahí al niño (ahora con doce años) se le permitió estudiar a Euclides, y lo que es más importante, se le permitió asistir como oyente a las asambleas de algunos de los mejores matemáticos y científicos de Europa, como Roberval, Desargues, Mydorge, Gassendi y Descartes.

Con dieciséis años escribió su primer trabajo serio sobre matemática a modo de prueba llamado Essai pour les coniques ("Ensayo sobre cónicas"), basándose en un trabajo de Desargues que había merecido su interés. Esta obra se perdió, pues no fue publicada, y sólo nos queda un fragmento de una copia realizada por Leibniz (que había recibido el manuscrito completo a través del sobrino de Pascal, Étienne Périer).

Después de haber caído en desgracia, el padre de Pascal, con ayuda de su hija Jacqueline, fue nombrado por Richelieu como encargado de cobro de impuestos en Ruán, Normandía. Lo que, lejos de ser un premio, se convirtió en una labor titánica.

Para ayudar a su padre en esta tarea, Blaise inventó y construyó la llamada Pascalina, la primera máquina sumadora de la historia, precursora de las calculadoras de hoy. Era de funcionamiento mecánico y basado en engranajes. Los historiadores de la computación reconocen su gran contribución en este campo. La Pascalina era capaz de realizar operaciones como la adición y la sustracción (el museo de Zwinger, en Dresde, Alemania, exhibe una de sus calculadoras mecánicas originales).

En 1654, incitado por Antoine Gombaud, caballero de Méré, quien le plantea el problema matemático de dividir una apuesta luego de la interrupción anticipada de un juego de azar ("problema de los puntos"), Blaise mantiene correspondencia con Pierre de Fermat y envía una primera aproximación al cálculo de probabilidades.

Ese mismo año, Pascal publica el Tratado del triángulo aritmético en el que describe las propiedades y aplicaciones del triángulo aritmético o triángulo de Pascal, manera de presentar coeficientes binomiales (aunque los matemáticos chinos conocían el triángulo desde siglos atrás).

Años más tarde, Pascal formuló la hoy llamada Apuesta de Pascal, una reflexión filosófica sobre la creencia en Dios. Esta podría esquematizarse así (aunque las dos hojas del texto original sean mucho más ricas desde el punto de vista literario y teológico): si Dios no existe, nada pierde uno en creer en él, mientras que si existe, lo perderá todo por no creer.

Sus contribuciones notables a los campos del estudio de líquidos (hidrodinámica e hidrostática) se centraron en los principios sobre líquidos hidráulicos. Sus invenciones incluyen la prensa hidráulica (que usa la presión hidráulica para multiplicar la fuerza) y la jeringuilla. También aclaró conceptos tales como la presión (cuya unidad lleva su nombre) y el vacío.

Después de un accidente a finales de 1654 en el puente de Neuilly, en el que los caballos se hundieron pero el carruaje flotó milagrosamente, Pascal abandonó las matemáticas y la física casi definitivamente para dedicarse a la filosofía y a la teología.

En 1660, el rey Luis XIV ordenó la destrucción y quema de su obra Lettres provinciales, iniciada para la defensa de Antoine Arnauld. Esta obra está considerada como un modelo de prosa francesa y de ironía, así como un texto de referencia para la teología moral.

Pascal murió a la edad de 39 años y se continúa especulando acerca de la posible enfermedad que acabó con su vida.

Pascal nunca terminó su trabajo más influyente, una apologia del cristianismo, de la cual solo conservamos una serie de notas que conocemos con el nombre de los Pensamientos. Una primera edición del libro, llamada de Port-Royal por la intervención de los amigos jansenistas de Pascal, apareció impresa en 1670, ocho años después de su muerte. Pronto se convirtió en una obra clásica de la literatura religiosa y filosófica. En los siglos XIX y XX fueron publicadas ediciones más próximas al texto original. Pascal está enterrado en el Cementerio de Sain-Étienne-du-Mont.

Pensamiento

El pensamiento de Pascal puede ubicarse dentro de la concepción esencialista dualista, dentro del racionalismo antropológico, porque considera, al igual que dicha teoría, que el hombre se compone de cuerpo y alma. Señala, también, que el hombre conoce el universo a través del pensamiento, al igual que lo hace con otras facultades (como el "corazón").

Pascal afirma que el hombre es un ser de "contradicciones", que es un ser grandioso y miserable a la vez. La grandeza del hombre proviene de que conoce su miseria.

La esencia del hombre, para Pascal, es su pensamiento y es lo que lo hace grande y único.

El hombre es un ser mortal sometido a las enfermedades, al dolor, sin embargo, en tanto él conoce su condición es grandioso, y esto es posible gracias al pensamiento.

El universo comprende al hombre a través del espacio, porque este último forma parte del primero. A su vez, el hombre comprende al universo, porque el hombre sabe qué es el universo y sabe que es parte de él, lo que representa un sentido teórico. No es la sola posesión del pensamiento lo que hace grande al hombre, ya que el pensamiento puede ser utilizado de diversas maneras y puede ser desaprovechado. Junto al pensamiento, se requiere practicar la caridad.

Según Pascal el hombre evita pensar en sí mismo porque para el alma es una pena insoportable pensar en el fin de la vida. De ahí el origen de la diversión y de los pasatiempos (los juegos, la casa, la conversación en los salones, la guerra), que sirven a pasar el tiempo sin sentirlo, sin sentirse uno mismo y evitar pensar.

El alma no ve nada en sí misma que la contente, no ve nada que no la aflija, lo que la obliga a esparcirse en lo exterior, buscando perder el recuerdo de su estado verdadero. Su gozo consiste en el olvido y basta para hacerle desdichada obligarle a estar a solas consigo misma.

Pascal dice que el cuerpo y el alma son dos universos unidos y que uno es terrenal, efímero y limitado, mientras que el otro es espiritual, por el cual nos acercamos más a la eternidad de "Dios"; estando esperanzados en su Gracia. Señala que la verdadera sabiduría del hombre es darse cuenta de que es un ser contradictorio, conocer su grandeza y su miseria.

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